Kan het (nog) niet vinden...
Allá lejos
Buey que vi en mi niñez echando vaho un día
bajo el nicaraguense sol de encendidos oros,
en la hacienda fecunda, plena de armonía
del trópico; paloma de los bosques sonoros
del viento, de las hachas, de pájaros y toros
salvajes, yo os saludo, pues sois la vida mía.
Pesado buey, tú evocas la dulce madrugada
que llamaba a la ordeña de la vaca lechera,
cuando era mi existencia toda blanca y rosada;
y tú paloma arrulladora y montañera,
significas en mi primavera pasada
todo lo que hay en la divina primavera.
Ruben Dario